jueves, 6 de agosto de 2009

Los sueños que se habían hecho realidad.

Durmiendo y soñando cosas que ya no debo recordar, se escucha la voz de mi mamá diciendo: Angieee, dalee, levantatee que ya son las seis, tenés que ir al colegio. Y levantándome de la cama, no me encuentro el mismo lugar de siempre, me encuentro en un lugar completamente distinto, donde había personas que iban y venían y pasaban por alto de que yo estuviera ahí, era como si no me conocieran y por un momento sentí que no sabían que yo estaba en ese lugar, lo empecé a recorrer, un pasillo largo, estrecho y sin fin, en cada lado tenía puertas que llevaban a salas de ecografías y ahí estaba ella mi mamá con la mirada llena de alegría al saber que iba a tener una nena. Pero de repente se derrumba todo, como si estuviera cayendo a la misma nada y me encuentro de nuevo en mi cama y otra vez escucho a mi mamá decir el: Angieee, dalee, levantatee que ya son las seis, tenés que ir al colegio y me saco de encima las sabanas y levantándome enseguida sin pensarlo un minuto, del susto me tiro para atrás y choco mi cabeza contra la cama, cerrando los ojos toco el lugar en donde me golpeé, luego los abro y no estaba más en mi cama, me encontraba en una cuna, era en la que dormía yo de chiquita y me trepaba al año para salir de ahí cuando era de noche. Salí de la cuna para saber qué estaba pasando, miro de nuevo a la cuna y me veo a mi de chica durmiendo en la misma y me di cuenta que yo había estado arriba mío, y fue como si el peso mío no lo había sentido, pensando tan concentrada en eso, no me di cuenta que ya no estaba en mi casa no estaba ni en mi cama, ni en la cuna en la cual usaba cuando era chica, estaba en el colegio, en el cual estoy hoy en día, en el primer día de clases, empezando el jardincito en salita de cuatro, me veía tan chica, tan frágil y con tantas ilusiones que cunado me veía entrando por primera vez inconcientemente empecé a seguir el mismo recorrido que lo estaba haciendo yo cuando era chica y entrando al colegio se empezó a ver todo borroso, me veía a mi misma caminando en ese primer día en el colegio, pero yo no podía seguir adelante. Luego, se empezaron a aclarar las cosas y me encontraba en mi casa ya siendo más grande, era de noche y esos días los recuerdo perfectamente, las cosas no andaban nada bien, pero era como un habito para mi a esa edad, ver a mi mamá discutiendo con mi papá ya que el sufría de un problema, era alcohólico, aunque los que más sufríamos este problema éramos nosotras (mi mamá, mi hermana y yo), luego siguieron apareciéndome cosas de las cuales viví a lo largo de mi vida, en todas ellas volvía a repetir una, otra y otra vez la parte en al cual mi mamá me despertaba, pero yo me despertaba en otros lugares, en lugares que ya había vivido antes, como si lo estuviera recordando cada una de las cosas, cuando le rompí un diente a mi hermana, cuando mi papá se fue de casa, pero luego el seguía volviendo y luego cambiamos la cerradura, pero el se trepaba en el techo y teníamos que llamar a la policía para que no se suba al mismo, tal vez para muchos resulte gracioso ahora, para mi también resulta gracioso, pero en su momento, lo único que esperaba era que no pasara nada malo. Esta vez me desperté en mi cama y mi mamá dijo lo mismo, pero cuando me levante de la cama, estaba en uno de mis mejores recuerdos, el viaje de egresados, me estaba mirando como era a los once años en ese gran micro de Flechabus, en el que en ese momento me llevaría rumbo a mis alegrías, en ese momento me jugó tanto la emoción que decidí subirme al micro para verme más de cerca, para ver que tan feliz estaba y estando yo adentro, arrancó el micro y fue a la velocidad de la luz y esfumándose de repente volví a estar de nuevo en mi cama y mi mamá dijo lo mismo que las veces anteriores, y salí de la cama, sin saber que otra cosa recordaría pero no fue nada sorprendente, estaba en mi casa, frente a la computadora y ya que sabía que yo no iba a notar mi presencia me acerqué por atras para ver que estaba haciendo en ese momento, porque no lo recordaba y vi que en mi “subnick”/”mensaje personal” del Messenger en ese momento había puesto Hoy los sueños dejan de ser solo sueños (ya que lo ponía referido a mi gran sueño, a mi mejor noche, mi fiesta de quince) y la palabra sueños quedó como un eco en mi mente y me dí cuenta de todo lo que estaba pasando, por qué siempre me “despertaba” y a la vez no me despertaba, me dí cuenta que recordé mi vida en un sueño tras otro, que cada vez que salía de mi cama, no era la realidad era tan solo un sueño y sin escuchar ninguna llamada de mi mamá para que me despierte, me levanto directamente para afrontar un nuevo día.





María de los Ángeles Fernández :).

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