De la mano de mariposas de alegrías multicolores, un 14 de octubre del año 1993, después de tantas ansias y tantos nervios, apareció en este mundo una princesita llena de dulzura encantada por hadas mágicas.
Se sentía segura, protegida, cuidada en los brazos de su mamá, con
los besos y caricias de su papá, los celos y a la vez la ternura de Yanina, su hermana mayor y el amor incondicional de TODA su familia.
Costó un poco llegar a sus primeros añitos, dejar el chupete de lado, dejar de dormir algunas veces con mamá y papá, dejar los pañales, entre otras cosas.
Una nueva etapa se acercaba, el colegio, muchos nervios se presentaban en esta princesita, muchas preguntas en la infancia (que poco recuerda).
Cuando estaba en jardincito, rodeada de amigos y de maestras que la protegían, llegó a su vida una hermosa nena, su hermana Julieta, con la que compartió todos sus juegos, sus enseñanzas, su niñez y su cariño. Rodeada del amor de su familia y de sus inseparables amigos, los duendes de la risa, inició la escuela primaria.
A los diez añitos de edad recibió la noticia que una nueva hermanita estaba en camino, Macarena, la luz de sus ojos, quien llenó de magia su vida.
Ya en séptimo grado, algo diferente, nuevo, que ella y todos sus compañeros esperaban ansiosos desde algunos años atrás, que pasaba a ser protagonista de este año, el viaje de egresados llegó. Pero no todo era alegría para esta princesita, ya que sentía un profundo dolor en el corazón por el fallecimiento de su abuelo, al cual amaba incondicionalmente; aunque con el tiempo pudo superar junto a su familia esta gran pérdida.
Su viaje junto a sus amigos y compañeros fue espectacular, una aventura que siempre estuvo esperando y una experiencia inolvidable.
Ahora sí, otra etapa distinta, totalmente desconocida estaba atrapando su vida: La Secundaria. Los dos primeros años cursados sin materias previas y acompañados por amigos de fierro pudieron ser años de alegría, entusiasmo y felicidad para la princesita. En uno de ellos tuvo un día especial, sus quince años. Luego de tantos preparativos, de estar de acá para allá, de preocupaciones, y hasta de nervios su deseo se hizo realidad; pudo tener su fiesta soñada compartiéndola con todas las personas que quería...
-Cami, Camila, levantate…
Sentí que mi mamá me despertaba para ir al colegio, miré a mi alrededor y muy contenta pensé: ¿Qué reales pueden ser los sueños, no?
Camila Schenone .
Costó un poco llegar a sus primeros añitos, dejar el chupete de lado, dejar de dormir algunas veces con mamá y papá, dejar los pañales, entre otras cosas.
Una nueva etapa se acercaba, el colegio, muchos nervios se presentaban en esta princesita, muchas preguntas en la infancia (que poco recuerda).
Cuando estaba en jardincito, rodeada de amigos y de maestras que la protegían, llegó a su vida una hermosa nena, su hermana Julieta, con la que compartió todos sus juegos, sus enseñanzas, su niñez y su cariño. Rodeada del amor de su familia y de sus inseparables amigos, los duendes de la risa, inició la escuela primaria.
A los diez añitos de edad recibió la noticia que una nueva hermanita estaba en camino, Macarena, la luz de sus ojos, quien llenó de magia su vida.
Ya en séptimo grado, algo diferente, nuevo, que ella y todos sus compañeros esperaban ansiosos desde algunos años atrás, que pasaba a ser protagonista de este año, el viaje de egresados llegó. Pero no todo era alegría para esta princesita, ya que sentía un profundo dolor en el corazón por el fallecimiento de su abuelo, al cual amaba incondicionalmente; aunque con el tiempo pudo superar junto a su familia esta gran pérdida.
Su viaje junto a sus amigos y compañeros fue espectacular, una aventura que siempre estuvo esperando y una experiencia inolvidable.
Ahora sí, otra etapa distinta, totalmente desconocida estaba atrapando su vida: La Secundaria. Los dos primeros años cursados sin materias previas y acompañados por amigos de fierro pudieron ser años de alegría, entusiasmo y felicidad para la princesita. En uno de ellos tuvo un día especial, sus quince años. Luego de tantos preparativos, de estar de acá para allá, de preocupaciones, y hasta de nervios su deseo se hizo realidad; pudo tener su fiesta soñada compartiéndola con todas las personas que quería...
-Cami, Camila, levantate…
Sentí que mi mamá me despertaba para ir al colegio, miré a mi alrededor y muy contenta pensé: ¿Qué reales pueden ser los sueños, no?
Camila Schenone .
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
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ResponderEliminarMuy lindo cami, es una historia que enternece a cualquiera. La manera de contar tu vida estuvo creativa.
ResponderEliminarSegui siendo esa dulce princesita que sos.
Federico Tripicchio
Me encanta tu posteo como todos en los que hablas de tu familia, como hablás de tus hermanas, de tus amigos, ME ENCANTA...
ResponderEliminarMe atrapó, por asì decirlo, la manera de contar tu vida, con tanta magia y dulzura que no podía dejar de leerlo.
Y sí, seguìs siendo esa dulce y tierna princesita llena de magia.
Camila Castro
Cami, sincermanete me encanto por toda la magia y ternura que le pusiste tambien contando la ternura. Fuiste muy simplu con la historia de tu vida pero tambien fue muy maravillosa. Me encanto :)
ResponderEliminarCami, me gusto mucho tu posteo y la forma en que elegiste contarlo, como un sueño; la verdad que esta es una forma de demostrar la personita tan tierna que sos y yo lo puedo comprobar por conocerte de varios años. Hermosa tu historia Cami y muy original.
ResponderEliminarCamila Delucis
Cami me pareció una muy buena idea para contar tu historia.Me encantó en la forma que lo redactaste, con tanto cariño.
ResponderEliminarMe encantó !
Sofía Marrazzo
Qué lindo todo lo que decís sobre tu familia y principalmente sobre tus hermanas. Fue muy original la idea de contar tu historia como si fuera un sueño. Me gustó mucho Cami :)
ResponderEliminarMelina Raberto
Todo lo que dijiste ya lo se, jajaja. Linda la idea del sueño, tal como lo dice Meli en su comentario. LLena de maravillas e iluciones dulces.
ResponderEliminarAyelen Roda.